Aunque parece ser una pregunta redundante y con una respuesta obvia, sin embargo, en los últimos años, con el decrecimiento en el ritmo de producción científica en los distintos Servicios y Post Grados de Traumatología y Ortopedia en nuestro país, evidenciado en el descenso en número de trabajos enviados a nuestra revista y presentados hasta el Congreso Nacional del 2016, vale la pena preguntarse si se ha olvidado o dejado a un lado su importancia.
Cada tratamiento, operación, implante, prótesis, material, protocolo e incluso cuidados postoperatorios, provienen de los estudios de investigación que se realizan en todos los niveles. Muchas veces, una limitación que manifiestan algunas personas para realizar trabajos de investigación es el lugar donde trabajan o realizan su práctica, alegando, por ejemplo, que en algunos centros u hospitales no se pueden realizar estudios o trabajos, porque no hay las condiciones para ello, otros alegan, que la investigación sólo es posible en grandes centros de las grandes ciudades, o sólo en países del primer mundo. Algo con lo que estoy totalmente en desacuerdo.
Para investigar, primero, se requiere tener el deseo de realizar un trabajo de investigación, segundo, tener algún tipo de formación básica en metodología de investigación o la asesoría para ello, y tercero, la voluntad y disciplina para ejecutarlo y llevarlo a cabo.
Parece una receta sencilla, sin embargo, es así. Les voy a dar un pequeño ejemplo, un especialista en traumatología, que tiene una consulta en una pequeña ciudad en el interior de nuestro país, que ve un número de pacientes en su consulta externa y que además tiene la posibilidad de operar, puede realizar trabajos del primer nivel de investigación o trabajos exploratorios, caracterizaciones de esos pacientes que atiende en consulta o de los que opera. Mientras realice la debida documentación y aproveche las oportunidades que tiene, puede realizar trabajos que aporten datos epidemiológicos de un determinado grupo de población o de los hallazgos que haya observado en los pacientes que ha operado a lo largo de los años y de esa forma aportar datos que pueden servir de referencia o contexto para otros trabajos de investigación, o convertirse en un antecedente de referencia.
Evidentemente, muchas veces las personas prefieren realizar trabajos de investigación experimentales, en laboratorios de primer nivel, porque se piensa erróneamente que es la única forma de realizar trabajos de importancia o valor científico, sin embargo, la realidad es que los trabajos de primer nivel, muchas veces aportan datos fundamentales y sientan las bases para trabajos de mayor alcance y peso. Por otro lado, otros buscan incesantemente, y ocurre con mayor frecuencia en los residentes de post-grado, de casos muy raros o poco comunes para ser presentados o publicados, y erróneamente algunas personas manifiestan y sugieren que los reportes de casos son la forma para iniciarse en la investigación, otro hecho con el que nunca he estado de acuerdo. Soy partidario que los trabajos de primer nivel, los trabajos descriptivos y aquellos exploratorios, son la mejor forma de iniciarse en la investigación, claro, siempre y cuando se cuente con la debida formación y conducción, y cuando ésta no se tiene, buscar la asesoría necesaria, para convertir esa idea o inquietud en un trabajo científico.
El Comité Científico de Investigación es un Comité de la Sociedad Venezolana de Cirugía Ortopédica y Traumatología que puede brindar la asesoría a investigadores nóveles y a todos aquellos que lo requieran para que sepan como iniciar y conducir trabajos de investigación.
No sólo los grandes investigadores pueden hacer investigación de calidad y de peso, y de igual forma, no sólo en los grandes centros médicos o de investigación. Actualmente la información médica se mueve a gran velocidad y a cantidades nunca antes vistas, y la participación cada uno de nosotros es importante.
Hoy en día nuestros residentes y especialistas parece que no se perciben como “médicosinvestigadores” e igualmente parece no tener importancia dentro de sus carreras ese papel como investigadores. ¿Falta de estímulo, formación o de cultura de la investigación?, parece que es algo que vale la pena preguntarse y revisar en cada uno de nuestros servicios. El terrible y lamentable hecho que ocurre en algunas universidades donde ya no se exige Trabajos Especiales de Grado me parece que contribuye aún más con ese problema, y ocurre justo en la raíz de la formación médica, cuando ese impulso e introducción a la investigación debe hacerse, para que se esa semilla posteriormente germine y de fruto, en los futuros residentes de post-grado y en nuestros especialistas, que al mediano y largo plazo se convertirán en “grandes investigadores”.
Convertirse en médicos-investigadores, residentes-investigadores y especialistas investigadores, contribuirá al crecimiento y al fortalecimiento del conocimiento médico local, regional y mundial. Pero para ello, hay que dar el primer paso, y como dije anteriormente ese primer paso debe darse a través del primer nivel de investigación.
Dr. Manuel Brito Velásquez
Especialista en Ortopedia y Traumatología-ULA Mérida.
AOTrauma Fellowship en Trauma Ortopédico Fundación Santa Fe de Bogotá.
Miembro del Comité Editorial de la
Revista Venezolana de Cirugía Ortopédica y Traumatología.
La Grita, Estado Táchira, Venezuela.