El gremialismo designa una corriente de pensamiento social, político y económico, inspirada en la Doctrina social de la Iglesia, que sostiene que todo recto ordenamiento social debe basarse en que las sociedades intermedien entre las personas y el estado, libremente, y conducidas por sus integrantes, cumpliendo con los fines propios y específicos de cada una de ellas (y no otros)(1).
La doctrina del gremialismo se apoya en cuatro principios fundamentales: 1) Reconocer al ser humano, poseedor de una dignidad inviolable y de un destino trascendente. El hombre es capaz de agruparse para poder realizarse como persona. El estado, en consecuencia, debe estar al servicio de las personas y no al revés. 2) Toda institución humana tiene una finalidad propia y específica. Cada agrupación humana puede determinarse objetivamente, sin necesidad de recurrir a ideología política alguna. 3) Toda sociedad por definición, es apta para alcanzar por sí misma esa finalidad propia y objetiva: “autonomías sociales”. Encaminarse libremente al propio fin específico y 4) Tanto las ideologías como los partidos políticos han de situar su acción a nivel de la conducción del Estado(2).
Sociedad (del latín societas) es un concepto polisémico, que designa a un tipo particular de agrupación de individuos que se produce tanto entre los humanos (sociedad humana —o sociedades humanas, en plural) como entre algunos animales (sociedades animales).
En ambos casos, la relación que se establece entre los individuos supera la manera de transmisión genética e implica cierto grado de comunicación y cooperación, que en un nivel superior (cuando se produce la persistencia y transmisión generacional de conocimientos y comportamientos por el aprendizaje) puede calificarse como cultura(1).
Aunque usados a menudo como sinónimos, cultura y sociedad son conceptos distintos: la sociedad hace referencia a la agrupación de personas, mientras que la cultura hace referencia a toda su producción y actividad transmitida de generación en generación a lo largo de la historia, incluyendo costumbres, lenguas, creencias y religiones, arte, ciencia, etc.
Una sociedad científica es una asociación de eruditos de una rama del conocimiento o de las ciencias en general, que les permite reunirse, exponer los resultados de sus investigaciones, confrontarlos con los de sus colegas, especialistas de los mismos dominios del conocimiento, habitualmente con el fin de difundir sus trabajos a través de una publicación científica especializada.
Ser dirigente gremial en una sociedad científica implica sacrificios en lo personal y familiar, es una formación que como nuestra profesión, nunca acaba, es una concepción sublime, completa, que conlleva estudios y formación permanente en lo ético, en lo moral, en el ejercicio de la administración de dicha sociedad, en lo profesional, en lo legal y en la práctica permanente del estudio y de la formación profesional. Es un posgrado no reconocido que se debe ejercer con humildad, dedicación y respeto a los colegas que depositan su confianza y sus esperanzas en optimizar cada día mas su ejercicio profesional para lograr una mejor calidad de vida.
En este número nos corresponde agradecer al Dr. Gustavo Palomo, al Dr, Diego Martinucci y muy especialmente al Dr. Igor Escalante, a quien correspondió arbitrar la gran mayoría de los trabajos. Muchas gracias y seguimos contando con su excelente y puntual colaboración.
Atentamente.
Dr. Marcos A. Garces Guanipa
Editor. Director